Opinión

Estos días han sido suficientemente gráficos como para diagnosticar la peste de nuestra sociedad(...)
Hay un libro que se llama “La Peste” de Albert Camus. En él, una ciudad argelina queda en cuarentena por el brote de una plaga y es aislada del resto del mundo. Muy pronto, el desabastecimiento, el hambre, el miedo y el pánico comienzan a apoderarse de los habitantes de la ciudad y, rápidamente, desaparece la Moral, se pierde el sentido.

Para tener campañas de prevención efectivas, deben tener como foco la realidad y no la moralina, utilizar el método científico para aproximarse al problema. Eso hace falta para que el Gobierno de Chile, vuelva a ser inteligente.

Responder preguntas, informar las consecuencias de los excesos, derribar mitos y confiar en los consumidores son los ejemplos que podemos rescatar de los planteamientos internacionales. Especialmente cuando nuestras instituciones fallan en las estrategias para disminuir el consumo de drogas.

El enfoque de la institucionalidad para prevenir el consumo de marihuana no logra su objetivo. Las propagandas hasta ahora han ahondado en prejuicios, falta de información y la caricaturización de los consumidores.

“Cambiar esta alarmante realidad es un desafío país, no basta sólo con el esfuerzo del Director del Senda y todo el equipo de este Servicio, es un desafío de la sociedad chilena entera. Acá hay que tener acuerdos sociales profundos y transversales en cuanto a los daños que causa la marihuana y otras drogas a la juventud chilena”, aseguró Carlos Charme, Director Nacional de Senda.

Si bien estoy muy de acuerdo con respecto a los riesgos del consumo de cannabis y lo problemático de su pronunciado aumento en Chile, creo que existen imprecisiones graves en el foco de aproximación a un problema de salud pública y en las capacidades técnicas de quienes legislan y dirigen las instituciones a cargo de este problema.