¿Has notado que cuando fumas no sueñas? ¿O que cuando haces una pausa aparecen sueños ultra vívidos? No es tu imaginación. El cannabis no solo altera la forma en que conciliamos el sueño, sino también lo que pasa dentro de nuestras cabezas mientras dormimos. En este nuevo capítulo de Pitos y Leyendas, nos ponemos el pijama y nos lanzamos al mundo onírico para entender cómo el THC y el CBD influyen en la arquitectura del sueño, especialmente en la etapa REM: ese momento mágico donde ocurren los sueños más intensos y extraños.
Primero, ¿Qué es el sueño REM? Se trata de una fase del ciclo del sueño caracterizada por una alta actividad cerebral, movimiento ocular rápido y, sobre todo, por ser la cuna de nuestros sueños más vividos. Esta etapa es clave para consolidar memorias, procesar emociones y mantener nuestra salud mental. Sin embargo, el THC —principal componente psicoactivo del cannabis— parece tener una relación tensa con esta fase: varios estudios señalan que su consumo reduce el tiempo que pasamos en REM, lo que explicaría por qué tantos fumadores sienten que no sueñan o no recuerdan nada al despertar.
Pero la historia no termina ahí. Cuando se interrumpe el consumo de cannabis, muchas personas experimentan el famoso “rebote REM”: el cerebro compensa la falta acumulada de esta etapa aumentando su intensidad. El resultado: sueños hiperrealistas, pesadillas o aventuras imposibles que te dejan pensando todo el día. Este efecto muestra cómo el cuerpo se desquita de la sequía REM en cuanto puede.
¿Y qué pasa con el CBD? A diferencia del THC, el cannabidiol no parece reducir el sueño REM e incluso podría mejorar la calidad del sueño en general. Estudios encontraron que el CBD ayuda a personas con insomnio sin afectar negativamente la fase REM. Esto convierte al CBD en una alternativa interesante para quienes buscan dormir mejor sin alterar el contenido de sus sueños, ni provocar visitas nocturnas indeseadas del subconsciente.
El cannabis influye profundamente en cómo dormimos y en qué soñamos. Si bien puede ser útil para conciliar el sueño, su uso prolongado puede alterar el ciclo natural del descanso, reducir el sueño profundo y provocar desbalances que se manifiestan en pesadillas tras dejar de fumar. Por eso, si quieres mantener un descanso reparador (y soñar bonito), considera un consumo consciente, explora el CBD y cuida tu higiene del sueño. Y si soñaste con tu ex, no es el destino, es el rebote REM.
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ESE MIEDO INEXPUGNABLE
— En Volá (@en_vola) March 20, 2025
a limpiarse la cara con la misma parte de la toalla con la que te limpiaste el culo.