El cannabis ha sido utilizado desde hace siglos como analgésico, y hoy la evidencia científica respalda principalmente su eficacia en el tratamiento del dolor crónico oncológico y neuropático. Esta planta actúa sobre el sistema endocannabinoide del cuerpo humano, a través de compuestos como el THC y el CBD, que se unen a receptores específicos (CB1 y CB2) ubicados en el sistema nervioso central y periférico. Esta interacción permite modular la percepción del dolor y reducir la inflamación en zonas afectadas.
El dolor, sin embargo, no es una única categoría. Puede ser nociceptivo (por daño físico o inflamación), neuropático (por daño en los nervios) o nociplástico (sin una causa evidente). También se clasifica por su duración: agudo o crónico. En el caso de los dolores crónicos, que persisten más de tres meses, el cannabis ha demostrado ser una alternativa eficaz en ciertos pacientes, especialmente cuando otros tratamientos no han resultado suficientes.
Actualmente, existen medicamentos a base de cannabis, como el fármaco Sativex, aprobado en Canadá y otros países para el tratamiento de dolores difíciles asociados a cáncer y esclerosis múltiple. La evidencia sugiere que la combinación de THC y CBD puede ser más efectiva que el uso de cannabinoides aislados. Además, el consumo debe realizarse en dosis personalizadas, ya que tanto una dosis muy baja como una muy alta pueden ser ineficaces o incluso contraproducentes.
Respecto a las vías de administración, las más utilizadas en contextos medicinales son los vaporizadores, extractos sublinguales, comestibles y supositorios, mientras que fumar sigue siendo desaconsejado por sus efectos negativos sobre la salud pulmonar. La elección del formato depende del tipo de dolor y del paciente, al igual que la dosis, que debe ajustarse con el apoyo de un profesional de la salud. El uso terapéutico del cannabis requiere control y seguimiento médico para asegurar su efectividad y reducir riesgos.
Si bien todavía hay sectores escépticos frente al uso del cannabis medicinal, la evidencia disponible y los testimonios de pacientes crónicos han abierto el camino hacia su regulación como tratamiento. La investigación avanza, pero muchos ya encuentran en esta planta un alivio real y concreto frente al dolor, especialmente cuando se usa de forma responsable, informada y con acompañamiento clínico.
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ESE MIEDO INEXPUGNABLE
— En Volá (@en_vola) March 20, 2025
a limpiarse la cara con la misma parte de la toalla con la que te limpiaste el culo.