Un primer paso histórico para la lucha social de la despenalización del cannabis en Chile
Benjamín Jacob
Periodista
El pasado martes 14 de marzo, se vivió un día histórico para la lucha social que defiende el uso del cannabis como medicina alternativa. El Senado de Chile, aprobó con 27 votos a favor y 14 en contra, el informe de la comisión mixta sobre el proyecto de Ley que mejora la persecución del narcotráfico y el crimen organizado, el cual contiene una indicación que termina con la penalización del cultivo de cannabis medicinal.
La iniciativa tendrá que volver a la cámara de diputados para que se comunique su aprobación al Ejecutivo, quien deberá proceder a su promulgación como nueva Ley de la República.
Esta propuesta fue despachada en marzo de 2021, y durante este tiempo se vió afectada a modificaciones que dieron origen a la comisión mixta. En esta, se hizo la diferenciación de sustancias para tráfico, consumo personal y cannabis medicinal, una diferenciación que siempre había estado en el limbo en la ya conocida Ley 20.000.
El lunes los diputados aprobaron esta modificación a la Ley Antinarco con 87 votos a favor y 42 en contra, la que fue ratificada por el senado ayer en la tarde.
Lo más importante de este resultado, es que desde ahora en adelante los ciudadanos que cultivan cannabis con fines medicinales lo podrán hacer sin miedo a que las fuerzas policiales les quiten sus plantas, y sin miedo a caer en prisión por recurrir a la marihuana como medicamento. Eso sí, es necesario recalcar que solo avala a las personas que planten con una receta médica.
Para poder plantar con el respaldo de una receta, el documento debe tener el diagnóstico de la enfermedad, su tratamiento, cantidad necesaria y duración. También tiene que referirse a la forma de administración del cannabis, la que no podrá ser mediante la combustión.
Si esto no se cumple así, la norma sanciona con pena de presidio menor en su grado mínimo (61 a 540 días) a las personas que falsifiquen su receta como justificativo al cultivo de cannabis. En caso que además se ocupe para su comercialización en el mercado negro, la pena puede aumentar considerablemente.
Esta nueva norma permite también que se maneje el destino de los bienes incautados por estos delitos, además del fortalecimiento de las instituciones de rehabilitación y reinserción social.
Un primer gran paso en el largo camino de la despenalización, pero como En Volá, estamos más optimistas que nunca. Aún queda camino, pero estos triunfos nos moralizan a seguir adelante.
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