La recién nacida industria global del cannabis ha permitido que muchos podamos mirar un poquito del futuro, no tanto como Nicolás Maduro, Yolanda Sultana o Rasputín, pero algo.

Simón Espinosa
Periodista
Director Ejecutivo En Volá
A Panamá los pasajes
Estamos presenciando la transición de una cultura históricamente reprimida por el prohibicionismo, liberada por el activismo y ahora potenciada por la prodigiosa energía del emprendimiento, el desarrollo y la innovación. Eso es Canna Tech, un hervidero de la industria cannábica que se realiza esporádicamente en algún rincón del mundo.
Recuerdo que, cuando tenía unos 12 años, un tío me invitó al Salón del Automóvil. No me gustan los autos particularmente y nunca desarrollé un interés especial por la mecánica, pero esa vez, fue una experiencia increíble. Para mí, los autos eran un medio de transporte cotidiano e insípido, pero en ese Salón del Automóvil, por primera vez en mi vida, entendí, como entiende un niño, lo que significa la innovación en las industrias.
Me acerqué al stand de una prestigiosa marca de autos y, sobre una amplia plataforma en altura, se exhibía un prototipo del primer auto volador. Fue una experiencia sobrecogedora sin duda, darse cuenta que la tecnología con la que convivimos cotidianamente es solo una fracción de la realidad, que hay mentes creativas trayendo conceptos futuristas al presente, para compartirlos y así dar forma a la secuencia de acciones atomizadas que articularán el futuro. Ese auto volador, que ninguno de los presentes manejaría en sus vidas, era un mensaje para transmitirle a las generaciones que vendrían.
Canna Tech es una cumbre tecnológica y filosófica donde se exhibe, discute y aprende sobre una industria no mapeada, donde hay todo por hacer y nada de tiempo que perder. Una linda oportunidad para hacerse parte de este fenómeno cultural, político y económico que sin duda, seguirá dando qué hablar.
Quizá porque este es el año del mono (no de los monos), o la luna está en sagitario o nuestra energía está atrayendo buenos caminos nos invitaron a participar de este evento en el que iremos a representar a la industria local. No queremos monopolizar esa representación, por lo que si algún otro emprendedor de este dichoso rubro quiere (o va a) participar, nos avisa. Y, los que no vayan, ¡prepárense que se viene Very Happy Panamá!

Antecedentes
Israel fue el encargado de instalar la idea de alentar el cultivo y la investigación en todo el mundo. Su primer evento se realizó precisamente en Jerusalén (2016), en el cual se congregaron más de 400 exponentes.
El año 2017 comenzó la expansión de este congreso, realizando una edición especial en Londres. Posterior a eso aumentó la cantidad de eventos anuales, los que han tenido sede en Hong Kong, Sydney, próximamente Suiza y Panamá (primera en Latinoamérica). Esto según los mismos expertos se debe a que el negocio llegaría a los $8.5 mil millones (solo medicinal) en la próxima década
Entre los asistentes y oradores destacados a esta nueva edición se encuentran el DR. Michael Dor, quien es director médico en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel; Robin Ely, fundador del Centro de Medicina Integrativa y Cannabis en EEUU y la representación nacional de Ana María Gazmuri, directora y fundadora de la Fundación Daya.