Probablemente hayas escuchado o leído sobre BtoB, la famosa boyband de K-Pop, pero quizás no sabías que uno de sus ex integrantes fue sentenciado a 2 años de cárcel por comprar y fumar marihuana. Exacto, si Chile funcionara igual que Corea del Sur, toda nuestra comunidad conviviría tras las rejas.

Javiera Carrillo
Redactora
En Corea del Sur, el uso de drogas se considera un delito muy grave, siendo castigado con cárcel, además del rechazo social. Es tan fuerte esta decisión, que incluso tienen prohibido consumir drogas en un país donde sí es legal.
En 2020, 18.050 personas fueron arrestadas por alguna relación con drogas ilícitas, siendo el número más alto desde que se registra esta información. De aquí surge una nueva preocupación, el aumento del consumo en las generaciones más jóvenes y los extranjeros.
Además de la privación de libertad, Junh Il Hoon, más conocido como Ilhoon, tendrá que pagar una multa de 133 millones de won coreano, lo que equivale a unos 86 millones de pesos chilenos.
El artista fue detenido de inmediato tras el juicio y fue condenado por haber comprado y consumido, en total, 133 millones de won coreano en marihuana (en 161 ocasiones) entre julio del 2016 y enero del 2019. En un principio se le habían dado 4 años de cárcel, pero la condena bajó a dos porque Ilhoon confesó el “delito” y pidió disculpas.
A partir de esta noticia nos preguntamos cómo es el mundo de la marihuana en Corea del Sur, porque, así como tenemos a Uruguay de referente, hay países donde la comunidad cannábica nunca podría existir como existe en nuestro país. Pero en Corea del Sur no siempre fue así.
En la península de Corea, la marihuana crece de forma natural y ha tenido distintos usos en el tiempo. El cáñamo, por ejemplo, se usó para la cuerda y la fibra tradicional de sambe para la ropa. También, los ancianos usaban el resto de la planta para combatir dolores y molestias.
El primer presidente del país, Syngman Rhee, aprobó la Ley Coreana de Narcóticos de 1957, que prohibía la marihuana y otras drogas. Tras el ascenso al poder del dictador militar Park Chung-hee, se impusieron una serie de leyes sociales y culturales que regulaban el largo de las faldas de las mujeres, el cabello de los hombres e incluso el consumo de arroz blanco. Las pautas de la Comisión de Ética de la Radiodifusión prohibieron todo lo que pudiese mancillar la reputación de la nación o que provocara disturbios sociales. Así, en 1976 y con una motivación política en pleno contexto de guerra fría, se promulgó la Ley de Control de Cannabis que prohibía toda forma de consumo y uso de la marihuana.
La revelación que tuvo el “humo feliz” para artistas de Corea del Sur terminó con varios de ellos encarcelados por su consumo. Park Chung-hee pidió, incluso, la pena de muerte para algunos usuarios.
Para los coreanos, la ley va con ellos a cualquier parte del mundo y los acompaña toda su vida, porque no importa donde vayan o en qué momento, tienen que vivir de acuerdo a las leyes de su tierra natal.
Si bien varias de las leyes que se impusieron durante la dictadura surcoreana ya fueron reformadas o abolidas, la legislación sobre el cannabis no ha cambiado desde esa época, y se sigue prohibiendo y penalizando el uso de esta planta hasta el día de hoy. Esto, como hemos mencionado, continúa perjudicando a miles de personas que anualmente son castigadas por infringir la ley y tienen que pagar con multas y cárcel la decisión de su consumo.
¿Cambiará este contexto de prohibición en el corto o mediano plazo, adecuándose a la tendencia de otros países?
Revive el último capítulo de Mañanero, y profundiza en esta noticia con la compañía de Profe Pau y Socías.