VIAJE AL CENTRO DE UN COGOLLO
EL ALIMENTO DE LAS PLANTAS: UN VIAJE AL CENTRO DE LA VIDA VEGETAL
¡Bienvenidos a un nuevo episodio de Viaje al Centro de un Cogollo! En este capítulo, exploraremos el fascinante proceso de crecimiento de las plantas de cannabis y descubriremos de dónde obtienen su masa. Acompáñennos en esta travesía educativa sobre cómo "se alimenta" el cannabis para crecer.
En nuestro viaje al centro del cannabis, nos preguntamos cómo nuestras plantas ganan masa. Claro, no lo expresamos exactamente así, pero eso es parte de la magia de la narración. Entonces, ¿cómo lo hacen?
Básicamente, las plantas son maestras en captar la energía de la luz y convertirla en azúcares mediante la fotosíntesis. A diferencia de nosotros, que nos tiramos en la playa a absorber el sol y terminamos más rojos que un tomate, las plantas tienen un proceso más refinado.
Las células vegetales contienen cloroplastos, que a su vez albergan pigmentos como la clorofila y carotenoides. Estos pigmentos actúan como antenas, captando la energía lumínica y desencadenando el proceso fotosintético.
DESCUBRIENDO EL MISTERIO: ¿DE DÓNDE VIENE LA MASA DE LA PLANTA?
En los albores de la ciencia, Johan Van Helmholt realizó un intrigante experimento en el siglo XVII. Plantó un árbol en un macetero, pesó la tierra y, tras cinco años, pesó nuevamente. El árbol ganó 72 kilos, pero la tierra solo perdió 60 gramos. Esto demostró que la masa del árbol no provenía de la tierra.
Resulta que solo el 1% del agua que suministramos a las plantas se utiliza en la fotosíntesis. El 95% se evapora, facilitando el transporte de minerales y el intercambio gaseoso.
LA CLAVE DEL CRECIMIENTO: EL AIRE
La sorpresa llega cuando descubrimos que el 95% de la masa de una planta proviene del aire. El dióxido de carbono, ese gas que exhalamos, se convierte en la pieza clave para la estructura de las plantas, utilizándose en la fotosíntesis para ganar masa y producir oxígeno.
Este proceso no solo ocurre en tu indoor, sino a nivel planetario. Gracias a los organismos fotosintéticos, respiramos el oxígeno hoy. Retrocediendo en la evolución, este mismo proceso permitió a nuestros ancestros abandonar el océano y colonizar la tierra.
Para comprender aún más la importancia de este proceso, retrocedamos al Carbonífero, entre 359,2 y 318,1 millones de años atrás. Los bosques pantanosos eliminaron grandes cantidades de dióxido de carbono, aumentando los niveles de oxígeno al 35%. Esto propició un crecimiento exponencial de las plantas vasculares y también la aparición de criaturas colosales, como libélulas del tamaño de gaviotas.
Las plantas, eficientes captadoras de energía, dejaron un legado en forma de carbón que seguimos utilizando hoy. Este periodo, sin bacterias descomponedoras, dio lugar a los yacimientos petrolíferos. Sin embargo, también contribuyó al desequilibrio atmosférico que enfrentamos en la actual CRISIS CLIMÁTICA.