Cultura
Consecuencia de un cambio cultural que no deja de sorprendernos
Benjamín Jacob
Periodista
Un informe de Pew Research Center, reveló que actualmente en Estados Unidos existen alrededor de 15 mil tiendas cannábicas. Un número importante y que demuestra el crecimiento de la industria en el país norteamericano.
Pero si queremos dimensionar lo que esto significa, el informe da una comparación que nos deja asombrados. Porque actualmente las tiendas de cannabis superan a los Mcdonald´s de Estados Unidos, de los que hay 13,500 locales. Así es, la franquicia insigne de lo que significa ser americano es superada por la industria cannábica.
Este dato nos dejó realmente sorprendidos, porque no solo permite dimensionar lo rápida que ha sido la expansión de la industria legal de la marihuana en norteamérica, sino que nos demuestra un cambio radical en las tendencias de consumo que tienen los estadounidenses.
Otro punto llamativo, es que esta cantidad de tiendas cannábicas se da pese a que existen varios estados donde aún no se permite la venta de marihuana.
Desde que lugares como Colorado, California, Michigan, New York y Washington comenzaron a cambiar sus políticas de drogas, el resto del país le comenzó a perder el miedo al cannabis. Olvidando así sus viejas costumbres prohibicionistas, para abrirse a las ventajas que significa tener el cannabis legal.
Actualmente, el 54% de la población vive en estados donde el cannabis recreativo es legal, y un 74% vive en estados donde se pueden conseguir productos derivados de la planta. La mayoría de los dispensarios se concentran en California, alcanzando el 25% de las tiendas.
A pesar de la persistencia de estados donde la venta de marihuana sigue siendo ilegal, la aceptación y legalización en varios otros ha impulsado este fenómeno. Con más de la mitad de la población viviendo en estados donde el cannabis recreativo es legal, y un crecimiento continuo en la disponibilidad de productos derivados de la planta, el impacto de esta transformación en la sociedad estadounidense es innegable. Y no pareciera tener techo.