Se posiciona como una nueva alternativa menos tortuosa para superar adicciones

Benjamín Jacob
Periodista
Toda persona que haya fumado marihuana alguna vez en su vida, ha escuchado la misma frase: “La marihuana es la puerta de entrada a otras drogas”. Este es uno de los mayores argumentos en contra de la legalización del cannabis por parte de las personas más conservadoras, pero ¿Qué pasaría si en realidad fuera al revés?
En la actualidad, existen muchos tratamientos con cannabis para dejar sustancias como los opioides, o algunos para aliviar el síndrome de abstinencia que provocan otras drogas. Es decir, el cannabis se está ocupando como puerta de salida para las drogas.
Y en un reciente estudio de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), científicos examinaron de cerca este tema. El resultado ilusiona, ya que descubrieron que no solo es un mito que el cannabis sirve para controlar los impulsos que genera el síndrome de abstinencia, sino que es eficaz para reducir la aparición de estas sensaciones.
El cannabis sirve como un sustituto útil para las personas que están en rehabilitación, permitiendo que dejen de consumir drogas como la heroína, cocaína o fentanilo, sin tener que pasar por la tortura que significa el síndrome de abstinencia. En simples palabras, el cannabis reduce el daño que provocan las otras drogas calmando las ganas de consumirlas.
Esta investigación nace ante la crisis del fentanilo que se está viviendo en el mundo, específicamente en Estados Unidos, donde decenas de personas mueren a diario. El cannabis podría ser un sustituto que salve las vidas de los consumidores de esta droga.
Pese a que los mismos investigadores indican que faltan antecedentes, este estudio se suma a una larga data de investigaciones que busca cambiar las drogas fuertes por cannabis. La idea, es que a futuro se logre cambiar la dirección que tienen las estrategias para la reducción de daños, utilizando el cannabis como un aliado para enfrentar las adicciones a otras drogas.