Cultura
Inicia un nuevo año y el futuro legal de la plantita pareciera ser auspicioso en la región de América Latina ¿Por qué? Porque durante el 2021 el mercado relacionado con el cannabis aumentó un 17%. Considerando que son poquísimos los países que han dado el paso de la legalización en su vertiente recreativa, dicho incremento corresponde a una buena noticia para aquellas naciones que aún mantienen la plantita en la ilegalidad. Lee esta nota y conoce algunos detalles sobre este proceso.
Equipo Feliz
Recientemente, la firma especializada en estudios de mercado Euromonitor International reveló el creciente estado de la industria cannábica en América Latina durante el año pasado. Este creció en un notable 17%, llegando a la astronómica cifra de los 170 millones de dólares. Gran parte de esa cifra corresponde a lo que se recaudó en México, donde el mercado de la cannabis logró llegar a los 59 millones de dólares durante el 2021.
Al respecto, Erwin Henríquez, analista de la mentada firma, afirma: “A medida que más países, entes reguladores, profesionales médicos y consumidores, se informan sobre las opciones de productos de cannabis, surgen mayores oportunidades para esta industria. Por otro lado, es interesante ver cómo la tendencia de crecimiento también se asocia con el crecimiento en medicinas tradicionales, herbales y suplementos. Claramente existe una relación entre estas dos industrias”.
Cannabis medicinal: el negocio más lucrativo de la plantita
El sector enfocado en el uso medicinal de la cannabis ha sido el más beneficiado con este significativo incremento en el mercado de la planta, ya que muchos de los países que se han enfocado en despenalizar el uso de la cannabis, ha sido bajo el enfoque hacía la salud. En consecuencia, se espera que en los próximos años el aumento del área alcance hasta un 91% anual. Euromonitor asegura que dicho segmento podría alcanzar los 1.200 millones de dólares anualmente, junto a México que se mantiene como una gran potencia en este ambito, superando los 40 millones de dólares en la industria medicinal durante este próximo 2022.
Como muestra del enorme potencial de crecimiento de este sector, recordemos que hace pocos días se supo que Pfizer (la famosa farmacéutica de la vacuna) adquirió Arena Pharmaceuticals, empresa biofarmacéutica californiana que abiertamente trabaja con aplicaciones medicinales de la plantita. Y si las poderosas farmaceutas fijan su ojo en este mercado, por algo será…
Pero volviendo a nuestra región, Erwin Henríquez indica que, a pesar de la despenalización, el camino por formar una industria farmacéutica regional aún se encuentra en estado de plántula: “Actualmente el cannabis medicinal es legal solo en algunos países de la región. Más notablemente en Chile y en Colombia. En Chile, una extensa red de pacientes y ONG se han instaurado desde su legalización para garantizar el acceso a más de 150.000 pacientes. Sin embargo, solo una pequeña parte de ellos accede a productos de grado farmacéutico o recetas magistrales, mientras que la gran mayoría accede al cannabis vía cultivo en casa o comunitarios”.
El ejemplo de Colombia
Fue durante la pandemia que Colombia regularizó el uso industrial de la plantita, no sólo en su desarrollo medicinal, sino también buscando abarcar la industria textil y alimentaria. Al respecto, Erwin señala: “[En Colombia] La entrada al mercado ha sido un poco más lenta desde su legalización, pero hoy en día el marco regulatorio colombiano es un estándar para el resto de la región. Esto ha permitido la proliferación de compañías que se dedican al cannabis medicinal tanto para el mercado legal como internacional”.
En ese sentido, el cáñamo industrial pareciera ser una forma muchísimo más sustentable (ergo, rentable) de producir celulosa y textiles, además de servir en la fabricación de materiales de construcción, bioplásticos y cientos de otras aplicaciones.
Proyecciones para el futuro
Recordemos que, con la excepción de México y Uruguay, el resto de las naciones latinoamericanas aún no permite el uso recreacional de la marihuana. Aquello podría lucir como un escollo si hablamos de su desarrollo industrial, pero varias proyecciones no dejan de confirmar un hecho al que nos hemos referido más de alguna vez: se trata de un negocio rentable. Muy rentable.
Como ejemplo de los cambios asociados a un negocio de esta envergadura, veamos los datos que entrega la Confederación Cannábica en Argentina. Ellos afirman que para el 2025 se generarán cerca de 10.000 nuevos empleos, US% 50 millones sólo en demanda interna y otros nada despreciables US$50 millones en el mercado exterior. No hay que ser un economista muy aventajado para saber los beneficios sociales de dichas ganancias. Sólo cabe esperar que los países que aún no regularizan su industria aprendan de las experiencias de aquellos que llevan años trabajando con la plantita, pues maximizar los beneficios sociales de un mercado naciente sí o sí ayudará a que todo fluya de forma más justa. Y cuando eso ocurra, por fin podremos fumar.
Revive el último capítulo de Mañanero, y profundiza en esta noticia junto a Simón y Socías.