Cultura
Hace unas semanas, la Administración para el Control de Drogas (DEA) sacó un comunicado alertando sobre los “códigos” que ocupan los traficantes y consumidores para hablar sobre sustancias ilícitas. ¿La particularidad? En lugar de palabras, lo que se toma la agenda de la DEA fueron los emojis. Revisa en esta nota algunas consideraciones generales respecto a esta información.
Sergio Zúñiga Moreno
Redactor
El mundo del hampa siempre ha sido muy innovador en la creación de palabras. Pito, porro, caño, güiro, macoña, mota, pila, saque, mote, jale (hay más, solo nombramos las clásicas) … ¿Por qué crees que hay tantos nombres para nombrar a distintas drogas?
Estas palabras surgen como una estrategia usada para hablar de cosas prohibidas sin evidenciar que se está hablando de esas cosas prohibidas. Digamos, es como un lenguaje en código. Obviamente esta estrategia no la inventó el hampa, sino que se trata de un camino natural seguido por todos los usuarios de una lengua (sobre todo por los poetas, esos bohemios desdichados).
El problema con esta estrategia es que, a veces, la palabra usada como código secreto se masifica rápidamente con su nuevo significado, desplazando por completo el significado original; así, deja de funcionar como código secreto.
En los últimos años, además de las palabras, se ha masificado el uso de emojis para poder “hablar en código” al momento de comprar drogas ilegales. Por suerte llegó la DEA con unas excelentes infografías para que reconozcamos esos símbolos y no quedemos como pollos cuando queremos referirnos en secreto a un estupefaciente en específico.
Lo que dice la DEA sobre el temita
Dejemos una traducción del fragmento con el que la DEA introduce el tema:
“¿Conoces el significado que hay detrás de ciertos emojis? Los emojis fueron diseñados originalmente para representar una emoción, un evento o una actividad, pero recientemente han adquirido un lenguaje propio. Las organizaciones criminales, incluidos los narcotraficantes, se han dado cuenta y están utilizando los emojis para comprar y vender pastillas falsificadas y otras drogas ilícitas en las redes sociales y a través del comercio electrónico”
La problemática surge en el contexto de una campaña llamada “One Pill Can Kill”, donde se busca tomar consciencia sobre los peligros de consumir drogas sintéticas. Pasa que en Estados Unidos hay una verdadera emergencia debido a las muertes por sobredosis. En el último año, hubo cerca de 100.000 muertes por sobredosis, de las cuales el 64% involucró drogas sintéticas a base de opioides (principalmente el fentanyl, protagonista de las alarmas) y un 28% adjudicadas a psicoestimulantes (con la metanfetamina como principal culpable). Se entiende, pues, la preocupación de las autoridades. Esta campaña es un intento para que padres, madres, medios de comunicación, profesores, influencers y organizaciones comunitarias sepan reconocer esta simbología, así actuarán debidamente en caso de que los infantes que tienen a su cuidado estén hablando de drogas.
Algunos ejemplos compartidos por la DEA
En palabras de la administradora de la DEA, Anne Milgram, el problema es severo y se enfoca desde la siguiente perspectiva:
“Las redes criminales de drogas están ahora al centro en las redes sociales, nos acompañan al igual que nuestros smartphones […] Los emojis y las palabras clave conocidas se están utilizando ampliamente como señales en línea, en la compra y venta en línea de drogas mortales como el fentanilo y las pastillas falsas con fentanilo. Esto significa que estas drogas mortales están llegando a nuestras comunidades más rápido, más fácil y más barato que nunca. Están a un solo clic”.
Por lo tanto, las siguientes imágenes SÓLO SON UNA REFERENCIA, pues, como ya comentamos, es muy posible que este código cambie de forma rapidísima y varía incluso dependiendo del país.
Vuelve a ver el último capítulo de Mañanero, y profundiza en esta noticia junto a Ignacio Socías y Simón Espinosa