¿Cómo llegó la planta a nuestro continente?
En la travesía por la historia del cannabis en América, nos sumergimos en un viaje fascinante, explorando los recónditos caminos por los cuales esta planta, originaria de Asia, encontró su hogar en nuestro fértil continente. En este capítulo de Pitos y Leyendas, desenterramos las raíces de esta leyenda verde, desde los antiguos usos en China hasta su llegada con Colón, y cómo se convirtió en un símbolo arraigado en las tierras americanas.
Primeros Usos del Cannabis
El vínculo ancestral entre la humanidad y el cannabis se remonta a épocas primitivas, cuando grupos sedentarios exploraron sus diversos usos, desde textiles hasta alimentos. Descubrimientos arqueológicos en China, hace más de 2500 años, revelan la antigüedad de esta relación. La planta, denominada humorísticamente "orégano chino", se propagó a través de la Ruta de la Seda, llegando al Viejo Mundo y desencadenando su papel crucial en la industria naval y manufacturera.
América y Cáñamo
A pesar de las teorías precolombinas sobre la presencia del cannabis en nuestras tierras, su llegada oficial se marcó con la llegada de Colón en 1492. Los españoles, al desembarcar, portaban más de 4 toneladas de cáñamo, evidenciando la importancia de la planta en la empresa de Colón. Esta relación con el cáñamo se inmortalizó en monumentos en Barcelona. Desde allí, la planta se extendió por las colonias españolas, siendo Chile y México los epicentros de la industria cañamera, un detalle curiosamente coincidente con nuestra audiencia principal. [^2^]
La Expresión "Volarse como Chancho"
La industria del cáñamo dejó su huella en expresiones culturales, como la famosa "volarse como chancho", que tiene sus raíces en la costumbre de alimentar cerdos con plantas de cáñamo, resultando en animales tan volados como bien alimentados. Esta anécdota ilustra cómo el cannabis se integró en los inicios de nuestra nación, más patriota que nunca.
Colonias Inglesas y el Cannabis
La cadena de sucesos que llevó las variedades psicoactivas a América comenzó en 1834, con la abolición de la esclavitud en el imperio británico. La liberación masiva de esclavos llevó a una escasez de trabajadores en las colonias, dando paso a una nueva forma de esclavitud. La emigración desde colonias inglesas en la India hacia el Caribe, especialmente Jamaica, Guyana y Trinidad y Tobago, marcó un hito. Los indios emigrados, conocidos por ser expertos en el cultivo de cannabis, llevaron consigo las tradiciones y creencias de la planta al nuevo mundo, contribuyendo al surgimiento del movimiento Rastafari.
México y el Cannabis
La relación del cannabis con México es objeto de debate, con algunas teorías sugiriendo un uso precolombino. Sin embargo, su llegada oficial se atribuye a los invasores europeos. Los mexicanos, en el siglo XIX, adoptaron el cannabis como un remedio contra el dolor y también con fines recreativos, marcando una relación única con la planta. La Revolución Mexicana y la migración en la zona fronteriza llevaron el cannabis a Estados Unidos como un distintivo cultural, asociándolo con prejuicios hacia inmigrantes y clases desfavorecidas.
La Cucaracha y la Resistencia
El famoso corrido "La Cucaracha" refleja la relación del cannabis con la resistencia. En medio de la Revolución Mexicana, Pancho Villa y sus camaradas utilizaban la planta como símbolo de la lucha contra los poderosos. La relación entre cannabis y clases pobres se consolidó, y los mexicanos dejaron un legado: el uso recreativo de la planta.
Impacto Cultural y Resistencia
La relación del cannabis con la cultura Rastafari en Jamaica se remonta a la emigración de indios expertos en su cultivo. Los rastafaris adoptaron la planta como sagrada, simbolizando resistencia contra el imperialismo británico. Esta conexión cultural perdura, demostrando que el cannabis no solo es una planta, sino un símbolo de lucha y resistencia.
La incorporación del cannabis a la flora local se gestó hace siglos, convirtiéndose en un símbolo idiosincrático latinoamericano. Aunque el uso medicinal es ancestral, su masificación se debe al uso recreativo, marcando una dinámica que encuentra sus raíces en esta parte del planeta y no en la milenaria India. A medida que la industria del cannabis crece en América, es crucial descolonizar nuestra relación con la planta, aprovechándola de manera inteligente como un valioso recurso. El sueño marihuaniano se convierte en una realidad.