Cultura
¿Qué los Causa y Cómo Evitarlos?
El enrojecimiento de los ojos es un efecto común entre los usuarios de cannabis, y puede ser un gran inconveniente para aquellos que desean mantener su consumo en privado. Este síntoma, conocido por todos, ha llevado a muchos a dar excusas como “conjuntivitis” o “alergia” para evitar ser descubiertos, especialmente frente a sus padres. Sin embargo, la realidad detrás de los ojos rojos es más compleja de lo que parece.
Para entender mejor este fenómeno, es importante saber que el enrojecimiento ocular no se debe exclusivamente al humo del cannabis. Aunque es común pensar que el humo es el culpable, la ciencia nos dice otra cosa. De hecho, los ojos pueden ponerse rojos incluso cuando se consume cannabis a través de métodos que no involucran humo, como vaporizadores o comestibles. Esto indica que el enrojecimiento ocular tiene una causa más profunda.
El THC, uno de los principales cannabinoides del cannabis, es responsable del enrojecimiento ocular. Según un estudio publicado en la revista Survey of Ophthalmology en 2020, el THC provoca una dilatación de los vasos sanguíneos en la conjuntiva, lo que aumenta el flujo sanguíneo y da como resultado los ojos rojos. Este proceso es comparable al aumento de volumen en una manguera cuando se ensancha, permitiendo un mayor flujo de líquido.
Por otro lado, el CBD, otro cannabinoide, puede tener un efecto contrario al THC. Mientras que el THC disminuye la presión ocular, el CBD puede aumentarla. Esto es importante para personas con condiciones como el glaucoma, ya que el consumo de variedades altas en CBD podría no ser recomendable. Es crucial consultar a un médico antes de consumir cannabis en estos casos.
Para quienes desean evitar el enrojecimiento ocular después de consumir cannabis, existen varios consejos basados en evidencia científica. El uso de gotas para los ojos que contengan vasoconstrictores, como la nafazolina o la fenilefrina, puede ser eficaz para reducir el enrojecimiento al contraer los vasos sanguíneos dilatados en la conjuntiva. Sin embargo, es importante no abusar de estas gotas, ya que su uso constante puede tener efectos adversos, como picazón, dolor, o incluso pérdida de visión.
Además de las gotas, mantenerse bien hidratado es fundamental. La deshidratación puede aumentar la sequedad ocular, intensificando así la irritación y el enrojecimiento. Beber suficiente agua antes y después de consumir cannabis puede ayudar a mitigar este efecto.
Si bien el enrojecimiento ocular puede ser un indicio revelador del consumo de cannabis, existen formas de manejarlo y reducirlo. Sin embargo, es importante ser consciente del impacto que el consumo de cannabis puede tener en tu vida social y en tu entorno. Si el cannabis comienza a causar problemas con tus seres queridos, puede ser el momento de reconsiderar su uso. Recuerda siempre priorizar tu bienestar y el de quienes te rodean.