Probablemente estés leyendo esta nota porque eres un consumidor de cannabis, sigues a envolá, y siempre quieres informarte un poco más. Bueno, ya sabemos que el mundo en general nos apunta con el dedo por fumar marihuana, pero no somos los únicos “bichos raros” en todo esto.

Javiera Carrillo
Redactora
¿Te has preguntado alguna vez qué otros “fanatismos” pueda calzar o combinar con éste? Quizás eres de aquellos que les gusta ver una serie o película para activar todos los sentidos y sentir que eres un personaje más en lo que ocurre, o para darle vuelta a todos los significados posibles que puede tener o no tener una narración. Bueno, resulta que hay muchos fumetas que no sólo aman combinar el cannabis con películas, sino que específicamente les encanta hacerlo con películas de terror. Sí, ese género que te deja con los pelos de punta y una paranoia que no se va ni prendiendo todas las luces de la cuadra.
¿Cuál sería la gracia de fumar y ver algo que te asuste? Sobre todo, cuando quedas con los sentidos tan sensibles. Las películas de terror estimulan de una forma similar a la marihuana. Cualquier fanático del género dirá que esos pequeños y variados sustos no son el primer y único objetivo, al igual que un fumeta te dirá que no solo busca el relajarse, sentirse bien o reírse hasta de lo que no están chistoso. Hay algo más en todo eso.
Así como la marihuana, el horror está relacionado con la catarsis, una forma más segura y emocionante de procesar emociones, ideas e incluso traumas a través de historias e imágenes que conforman un paisaje de ensueño comunitario fascinante. Una película de terror se escapa de la formalidad de otros géneros, suelen ser una mezcla de estilos, ofreciendo una amplia gama de tonos, técnicas y subgéneros.
“Cuando fumo hierba y veo una película de terror, mis sentidos se agudizan. Las cosas más pequeñas de la pantalla parecen destacar y me siento como si estuviera en la película” dice Casie-Mae, Gerente de Cuentas de Weedmaps. “Estás completamente inmerso en la película, muy concentrado. Mi atención al detalle está en su punto más alto” recalca Roland, administrador de cuentas de Weedmaps.
Otra cosa en común que comparte la marihuana y el terror, es que los dos provienen de una tradición contracultural. Ambos han estado históricamente excluidos, atrayendo a inadaptados, marginados y personas que buscan un espacio alternativo.
Chloe Harper Gold, editora digital de High Times y devota activa de la comunidad de terror, manifiesta que “en el sentido más amplio, tanto el terror como la marihuana, son contraculturales”. Y, si bien el género de terror ha encontrado un nicho en las comunidades cinéfilas, así como las sociedades han ido modificando sus legislaciones y aceptando cada vez más el consumo del cannabis, ambas prácticas siguen siendo marginales respecto a una mayoría que aún estigmatiza la marihuana y que prefiere ver películas livianas antes que enfrentarse a los miedos que nos plantean el tipo de películas del que hablamos.
“Para ser honesto, no estoy seguro de que vaya a desaparecer alguna vez, y no estoy seguro de que debería hacerlo, porque acerca a la comunidad. Todos somos un grupo de bichos raros encontrándonos y creando juntos. Hay fanáticos del horror incondicional y todos conocemos a los fumetas incondicionales”, comenta Alan, ingeniero principal de Weedmaps. “Creo que es porque ambos son 'marginados' de alguna manera, pero los marginados encuentran otros marginados y forman grupos realmente dedicados. Veo eso en ambas culturas, marginados dedicados”.
El género de terror siempre ha mostrado lo que ocurre al margen, eso que la sociedad no quiere mostrar. Sus miedos, sus límites, aquello que escondemos pero de alguna forma sigue estando ahí, mirando sin ser visto, hasta que en un momento se muestra, recordándonos lo que no queríamos recordar, haciendo aparecer aquello a lo que tememos.
De un modo similar, el cannabis sigue siendo excluido, estigmatizado, como algo no deseable por todos, como algo de lo que no sabemos, algo que no controlamos, y que, por lo tanto, es mejor prohibir. Mientras exista sociedad, existirán miedos, y habrá películas de terror que jueguen con esos miedos. Pero puede que ciertos temores cambien, y que en el futuro algo a lo que se temía deje de generar ese miedo, ese desconocimiento, para pasar a tener un nuevo rol en la cultura, ni masivo ni marginal, sino simplemente asumido, aceptado y sin estigmas excluyan como se ha hecho hasta ahora.
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