Cultura
Aprovechamos la entrevista con el DR. Dustin Sulak para hablar del complicado camino que ha tenido que pasar la marihuana medicinal en su posicionamiento como medicina alternativa.
Álvaro Riquelme
Sociologo y Magister en Sociología
Analista de datos En Volá, Consumo y Prevención
En nuestras manos tenemos una herramienta de gran valor, capaz de ayudar en un sin número de enfermedades, y que esconde la llave para comprender el sistema de receptores neuromoduladores más abundante en el cuerpo, el sistema endocannabinoide. Sin embargo, hay una carencia de estudios clínicos que permitan corroborar la efectividad del cannabis como recurso medicinal, a pesar de que sí exista un mecanismo teórico para utilizarlo en muchísimas enfermedades.
El primer problema para tratar medicinalmente con cannabis está en el excedente de información y de investigaciones epidemiológicas, contrastado con la ausencia de estudios clínicos en humanos que logren entregar pautas básicas para el tratamiento medicinal. Tal como explica el doctor Sulak, el cannabis es una droga con una farmacología muy interesante y compleja, la cual aún estamos comprendiendo, y es parte de esta complejidad su gran potencial para tratar diferentes enfermedades. Esa ha sido la búsqueda de Dustin Sulak.
Ahora bien, como no conocemos las dinámicas completas ni el modo como se interrelacionan los cannabinoides en conjunto con otros compuestos para producir efectos específicos, medicar con cannabis requiere de una “expertise” que pocos médicos conocen. Asimismo, se requiere de un paciente que esté dispuesto a probar y buscar dentro del universo de compuestos que el cannabis produce la composición que mejor se ajusta a su condición. Por lo que usar cannabis como fármaco no es sencillo y requiere de un aprendizaje tanto por parte del paciente, al conocer su nivel de tolerancia; como del médico, en el modo como aconseja el consumo.
Lamentablemente, esta parece ser la única manera en que podemos tratar enfermedades con cannabis actualmente. Y digo lamentable no porque piense que el método del doctor Sulak no cumpla el propósito, sino porque la falta de estudios ha llevado a que los médicos estén desprovistos de parámetros, dificultando el ingreso del cannabis como fármaco a la práctica común y dejando a los pacientes sin una metodología estandarizada de tratamiento. Es esa falta de información la que una metodología como la de Sulak busca solucionar, permitiendo a las personas relacionarse con su consumo de manera consciente y ayudando en el proceso de automedicarse.
No producir estos estudios deja a los usuarios medicinales en una posición incómoda en la que aceptar su consumo de marihuana termina generando un prejuicio por parte del resto de la sociedad. Esto por no contar con los medios técnicos para demostrar que aquello que parece una actividad recreativa, es en realidad un modo de encontrar solución total o parcial a una enfermedad.
Me genera mucha lástima ver como la mayoría de las personas que utilizan cannabis como medicina, llegaron a él luego de probar con otros fármacos aceptados y debieron sortear prejuicios propios y ajenos para encontrar la respuesta a sus dolencias en una droga ilegal, que los obliga a experimentar con su propio cuerpo, solo para por fin poder tratar sus reales problemas, sus dolencias.
En este sentido, los esfuerzos de una metodología como la del doctor Dustin Sulak ayuda a pacientes y médicos a encontrar alivio, entregando lineamientos claros en un contexto donde lo exuberante de la información sin fundamento puede alejar a las personas de experimentar los beneficios del cannabis.
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