Cultura
Responder preguntas, informar las consecuencias de los excesos, derribar mitos y confiar en los consumidores son los ejemplos que podemos rescatar de los planteamientos internacionales. Especialmente cuando nuestras instituciones fallan en las estrategias para disminuir el consumo de drogas.
Benjamín Jacob
Practicante de Periodismo
Encuentra al infiltrado
Hace unos días explicamos lo prejuiciosas que han resultado las campañas de prevención en nuestro país, las que no han logrado detener el alza en el consumo de marihuana y solo se instalan en la opinión pública por la forma caricaturesca de abordar este problema de salud nacional. Los gobiernos deben tomar un rol protagónico en estas situaciones, manteniendo posturas objetivas y responsables.
En el mundo, hay países que intentan afrontar este problema con otras estrategias, elaborando campañas con alto grado de información y concientización; todo esto sin la necesidad de caer en los clásicos prejuicios. A continuación, te dejamos algunas campañas internacionales que han abordado con una mirada diferente la prevención del consumo de marihuana.
“Regular es ser responsable”
Una campaña que desde sus cimientos plantea la importancia del Estado como ente regulador del cannabis. El principal motivo de esta propaganda es la necesidad de educar al pueblo uruguayo tras la despenalización de la marihuana. En el video se plantean algunas desventajas que trae el consumo, pero todo bajo el concepto de que es una decisión personal, la cual no te convierte en una mala persona.
El Gobierno de Uruguay entrega la información, abarcando los beneficios e inconvenientes que podría traer el consumo a la población, asumiendo así la necesidad de cambiar la mentalidad colectiva, puesto que ahora la responsabilidad recae en ellos.
Este es un ejemplo de una situación opuesta a las campañas chilenas; quizás porque el contexto es diferente, pues es el único país de la región que legalizó el uso de la marihuana, situación que se ve graficada en los índices de consumo, los que pasaron de un 12% antes de todo este proceso, hasta el 20,1%, ambos resultados relacionados con quienes han fumado al menos una vez en la vida.
“Drogas: saber más, arriesgarse menos”
El gobierno francés comprendió que sus campañas contra las drogas no disminuían en nada los altos índices de consumo juvenil. En ese momento tomaron la decisión de dar un giro. La encargada de encabezar esto fue Nicole Maestracci, una jueza que preside la comisión interministerial de lucha contra la droga y la toxicomanía (MILDT).
Bajo el contexto de un cambio en la forma de abordar el problema, lanzan “la guía de la juventud: Saber más y arriesgar menos”(2016). Un libro que contiene toda la información al respecto de los daños que puede generar el constante consumo de cannabis. La idea es entregar la mayor cantidad de datos posibles, puesto que según la misma Maestracci: "No hay remedios milagrosos, pero la información puede limitar las formas de consumo más peligrosas".
Esta campaña logró una pequeña disminución en los índices de consumo, ya que en el año 2014 el 9,2% de la población juvenil eran consumidores recurrentes de marihuana, cifra que bajó a un 7,2% en el año 2017. Pese a este logro, los jóvenes franceses siguen siendo los mayores consumidores de drogas en toda Europa, aunque este avance significa un éxito para quienes llevaron a cabo esta idea.
Verdad ¿o mito?
El departamento de salud pública en San Francisco, realizó una campaña para que los menores de edad puedan tener una mayor información al momento de decidir utilizar una droga. Instalaron carteles en las calles con mensajes en inglés, español y chino, en los cuales se resalta la importancia de que los jóvenes se realicen las preguntas adecuadas antes de fumar marihuana.
Esta campaña se aplicó en conjunto a la ley que legalizó el consumo de cannabis en su uso recreacional, la que dentro de su objetivo tenía entregar información a los ciudadanos y resolver mitos vinculados al consumo de esta droga, esto para intentar disminuir los altos índices de consumo adolescente que sufre la zona.
Es digno rescatar el intento que realizó California para afrontar un problema de consumo, dado que los gobiernos norteamericanos de las últimas décadas mantenían una dura postura frente a la marihuana, realizando campañas en las que esta planta era sinónimo de perdición y muerte.
Bonus: Siempre hay alguien peor
No todos los países desarrollan de igual manera sus políticas de drogas, y es tranquilizador saber que hay naciones con (no tan buenas) ideas para prevenir el consumo, como vimos que ocurrió en Chile. En Australia, en 2015 intentaron frenar el creciente aumento del consumo en jóvenes con una campaña llamada #stonersloth (perezoso drogado). Estos videos consistían en comparar a los consumidores de cannabis con unos osos perezosos.
El resultado dio la vuelta al mundo, pero no porque haya disminuido el consumo adolescente, sino por lo llamativos y graciosos que resultaban los torpes movimientos y extraños sonidos de estos animales. Fue una propaganda tan controversial, que Adweek, revista especializada en publicidad, la tildó como un “fracaso instantáneo”. Chewbacca debería estar avergonzado de que usaran a sus primos para esto